¿Quieres un bronceado que se vea bien, que sea saludable y que dure más tiempo? Si es así, estás en el lugar correcto. Aquí te ofrecemos consejos útiles sobre cómo broncearte de una manera saludable y mantener ese bronceado por más tiempo.
Protección solar: el primer paso para un bronceado saludable
No importa qué tan tentador sea broncearte bajo el sol abrasador, recuerda siempre que la protección solar es vital. Esto no solo protege tu piel de los rayos UV dañinos, sino que también contribuye a un bronceado saludable y duradero. Utiliza un protector solar de amplio espectro que proteja contra los rayos UVA y UVB y reaplica cada dos horas.
Los mejores horarios para broncearse
El sol puede ser más intenso entre las 10 a.m. y las 4 p.m., por lo que es mejor limitar la exposición durante estos horarios. En cambio, intenta broncearte durante las primeras horas de la mañana o al final de la tarde cuando el sol es menos intenso.
Alimentos que te ayudan a broncearte
Hay ciertos alimentos que pueden ayudarte a lograr un bronceado más saludable y duradero. Estos incluyen:
- Zanahorias y tomates: ricos en betacaroteno, ayudan a proteger la piel y a obtener un tono más oscuro.
- Pimientos y espinacas: contienen antioxidantes que protegen la piel del daño solar.
- Pescados grasos: como el salmón y el atún, son ricos en Omega-3 y vitamina D que son esenciales para la salud de la piel.
Mantén tu piel hidratada
La hidratación juega un papel crucial en la obtención de un bronceado saludable y duradero. Bebe suficiente agua y utiliza crema hidratante después de cada sesión de bronceado para mantener la piel suave y nutrida.
Tratamientos post-bronceado para mantener el color
El cuidado post-bronceado también es esencial para mantener el tono. Utiliza productos especialmente diseñados para el cuidado post-solar, como cremas calmantes y aftersun. Estos productos ayudan a reparar la piel después de la exposición solar, prolongan el bronceado y evitan la descamación.
Recuerda, un bronceado saludable y duradero no ocurre de la noche a la mañana. Requiere paciencia y cuidado constante de la piel.
