Incorporar más movimiento en tu día a día puede parecer una tarea monumental, especialmente si estás acostumbrado a un estilo de vida sedentario. Sin embargo, no necesita ser así. Aquí te ofrecemos 4 consejos prácticos para que puedas moverte más y aprovechar todos los beneficios que la actividad física puede ofrecerte.
1. Aprovecha las oportunidades para moverte
El simple hecho de estar atento a las pequeñas oportunidades para moverte puede hacer una gran diferencia. Por ejemplo, puedes optar por tomar las escaleras en lugar del ascensor, o aparcar un poco más lejos de tu destino para caminar un poco más. Estas pequeñas decisiones pueden sumar una cantidad considerable de actividad física a tu día.
2. Haz pausas activas
Si pasas mucho tiempo sentado, ya sea en el trabajo o en casa, es esencial hacer pequeñas pausas para moverte. Puedes poner una alarma cada hora para recordarte que debes levantarte y estirarte, o hacer algunos ejercicios sencillos. Incluso un breve paseo puede ayudarte a mejorar tu circulación y reducir la tensión muscular.
3. Incorpora ejercicios a tu rutina diaria
No tienes que dedicar horas al gimnasio para mantener una vida activa. Hay muchas formas de incorporar pequeños ejercicios en tu rutina diaria. Para hacerlo más fácil, aquí te dejo una tabla con algunas ideas:
4. Encuentra actividades que te gusten
El movimiento no tiene que ser una tarea. De hecho, es mucho más fácil mantener un estilo de vida activo si disfrutas de las actividades que haces. Puede ser algo tan sencillo como pasear a tu perro, bailar tus canciones favoritas o jugar al fútbol con tus amigos. Lo importante es que encuentres algo que te guste y te motive a moverte más.
Recuerda, cada pequeño paso cuenta. No importa si no puedes incorporar todos estos consejos a la vez. Empieza con lo que puedas y poco a poco irás viendo los beneficios.
